sábado, 17 de mayo de 2008

Las drogas en la Transición

En otra parte de este blog ya hablé de los estragos que causaron las drogas a los miembros de nuestra generación. Y no lo hice desde el punto de vista negativo y facilón que a más de uno le hubiese gustado, no, ni tampoco me volqué en una defensa tan irresponsable como peligrosa en estos tiempos. Una y otra cosa habrían falseado la concepción que entonces teníamos al respecto. No hay que negarlo. El consumo de drogas estaba bien visto en aquel final de los años setenta, facilitaba el acceso a ciertos círculos culturales e incluso daba prestigio entre los más modernos. Aún no había llegado la caída en picado de los drogadictos ni el consumo generalizado de heroína en los barrios bajos.

Los tiempos cambian, de eso no hay duda. Lo que estuvo de moda en el pasado puede ser, hoy por hoy, causa de estigma y marginación. Y mucho más en este decenio de invenciones históricas e hipocresías, cuando se borra de los tebeos el eterno cigarrillo que fumaba Lucky Luke o se niega, por ejemplo, que las drogas tuvieran un papel esencial en el combate del Estado contra la lucha revolucionaria. ¿Por qué hubo tanta droga en aquel entonces? ¿Por qué en cada época se consume una droga en concreto? ¿Por qué nos tocó a nosotros la más destructiva, la heroína?

Hay quien niega lo que estoy diciendo y asegura que nadie puso las drogas a una altura que hoy parecería incomprensible. Bueno. Cada cual es libre de engañarse según le venga en gana, pero las cosas son como son y no hay más que hablar. ¿Verdad que es imposible que la casa Bayer inventara casi a la vez las aspirinas y la heroína? ¿Verdad que no hay quien se lo crea? He subido unas imágenes publicitarias de finales del siglo XIX. No todo ha sido siempre como lo vemos ahora.




(Las imágenes están extraída de teconculto y perso.wanadoo)

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