jueves, 10 de enero de 2008

El ambiente de la Transición

Por la mañana, los bares de barrio estaban llenos de jóvenes que, envueltos en el aroma del café recién hecho y del humo del tabaco, buscaban empleo inútilmente en las páginas de los periódicos. Eran muchachos cuya edad no les permitía votar y, sin embargo, ya trataban de hacerse un hueco en un mundo laboral que no iba a tenerlos en cuenta. Nunca he vuelto a ver eso. Se me puede decir que ahora sucede algo parecido en las empresas de trabajo temporal o similares, donde acuden los jóvenes con la esperanza de encontrar un empleo, pero el espíritu no es el mismo. Los jóvenes de hoy en día delegan la búsqueda en profesionales y tienen bastantes oportunidades de ganar un dinero. Los de entonces, en su mayor parte, no tenían ninguna. A eso del mediodía, cuando habían agotado los recursos del día para encontrar trabajo, se reunían en las salas de juegos para fumar unos pitillos con los amigos y echar unas partidas de futbolín. Poco a poco se gestaba una apatía hacia el sistema que, con el paso del tiempo, iría haciéndose invencible.

Por otra parte, estaba cambiando bastante el panorama de libertades. Supongo que los que habían vivido la República veían las novedades como algo esperado, pero a nosotros, que contábamos quince o dieciséis años, todo nos sabía a nuevo y exagerado. Por poner un ejemplo, hasta ese momento no existían las clases mixtas. Las relaciones entre chicas y chicos partían de cero, como si a la hora de entablar amistades tuviéramos que tratar con seres de otro planeta. Recuerdo la aparición de los partidos como algo que no acababa de comprender. ¿Quién los creaba? ¿Por qué los de la generación de mis padres conocían el nombre de muchos de los que se presentaban en las listas y yo no había oído hablar de ellos? Se nos reclutaba y se nos pagaba para pegar carteles con vistas a las elecciones generales y apenas sabíamos distinguir entre un partido político y un sindicato. De hecho, nos daba igual trabajar para unos u otros mientras fuesen de izquierdas y nos pagasen. Los grupos nocturnos de pegada de carteles iban siempre acompañados de dos o tres tíos armados con porras. Recuerdo que nos decían antes de salir con los cubos llenos de cola, las escobas y los rollos de carteles:

Respetad los carteles de tal partido, de tal otro y del de más allá. ¡Y tened mucho cuidado con los del partido que ya sabéis! Ayer por la noche hubo follón con ellos y dos de los nuestros salieron heridos.

Mientras tanto, la política con mayúsculas estaba en el aire que respirábamos como nunca lo había estado. Si la ETA, el FRAP, el GRAPO y alguno más actuaban por la izquierda, la Triple A, el Batallón Vasco-Español y los Guerrilleros de Cristo Rey lo hacían por la derecha. Estaba dentro de lo comprensible que los etarras y los guardias civiles se liasen a tiros en las montañas de Euskadi, pero cuando empezó a hablarse de terrorismo de derechas, muchos no lo entendieron. La censura y la propaganda del régimen franquista durante casi cuarenta años habían conseguido que la mayor parte de la población no pudiera ni siquiera concebir que hubiese un terrorismo de derechas. Aún no sabíamos que el terrorismo es un método y que, por lo tanto, no pertenece a unos ni a otros.

Y de fondo estaba el constante ruido de sables, claro, del que no pudimos deshacernos hasta bastante después de la intentona de Tejero. Me refiero a la segunda, porque un par de años antes del 23-F hubo otro intento de golpe de Estado protagonizado por los mismos sujetos, la Operación Galaxia. Y aún hubo más. Otros golpistas trataron de eliminar al Rey, años más tarde, por medio de una bomba en medio del desfile que hacían y hacen los militares cada año. Pero al margen de los hechos, de las intentonas y de la realidad de las conspiraciones, la opinión del ejército pesaba en la sociedad y estaba presente como una amenaza. El día menos pensado veremos los tanques en la calle, decíamos algunos.

En cuanto a los estudiantes, tanto en las Universidades como en los institutos se respiraba un ambiente revolucionario. Tal vez un poco descafeinado, ingenuo, pero revolucionario. La Universidad todavía era un foro de estudio y debate y no un modo de acceder al mercado profesional. Las asambleas de delegados decretaban huelgas casi por cualquier motivo, los piquetes informaban a los demás centros educativos y las manifestaciones se convirtieron en algo habitual. Todo eso, naturalmente, en medio de una confusión formidable de conceptos, cerveza e ideologías.

La muerte de Franco abrió paso a las libertades. De eso no hay ninguna duda. Creo que en España no ha habido ni habrá una época más libre. Actitudes que hoy en día serían reprobadas inmediatamente por toda la ciudadanía, estaban entonces aceptadas e incluso bien vistas. Fumábamos en las aulas, por ejemplo, mientras el profesor de matemáticas observaba, absorto, el collar de perro que yo lucía en el cuello. Salvo en las iglesias y en los hospitales, se fumaba en todas partes. Una vez legalizado el Partido Comunista, Santiago Carrillo estuvo a punto de conseguir la despenalización del hachís y la marihuana. Lo planteó en el Congreso mientras fumaba uno de sus inseparables cigarrillos negros. Porque en el Congreso también estaba permitido fumar. Podían fumar incluso los que tenían la palabra. En cuanto a libros y revistas, recuerdo ciertas portadas que hoy en día estarían totalmente prohibidas. Por lo demás, pudimos hacer de todo. Nos la jugábamos a cada paso, pero estábamos orgullosos de ser jóvenes.

A finales de los 70 estaba el ambiente preparado para cualquier cosa. Y poco a poco fue llegando todo, claro, con unas consecuencias que a veces fueron maravillosas y a veces fueron terribles. Pero no me arrepiento de nada. Ese es el precio de la libertad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que voy a releer un incunable que tengo por ahí guardado.

Fernando Sarto dijo...

El que no se haya pateado el cinturón de ronda de barcelona ENTERO, con un cubo de cola y una escoba, desde la plaza lesseps hasta la zona franca en una misma noche pegando carteles... no conseguirá entenderlo.

Rafael del Barco Carreras dijo...

LA BURBUJA INMOBILIARIA BARCELONESA
Y SU MASIVA PROPAGANDA EN INTERNET.

Rafael del Barco Carreras

Si el alcalde Hereu dispone de un blog personal con 7 funcionarios y 50 millones de pesetas de coste anual, no alcanzo a presupuestar los cientos de blogs y webs a cargo de “presupuestos oficiales” aparentemente “privados” destinados a descarada auto propaganda. Contrarrestan, arrinconan y hasta anulan con VIRUS y “ataques” (“web atacante” le insertan a mi www.lagrancorrupcion.com, verdadero MOBBING INFORMÁTICO), a los cientos "libres" que intentamos no solo ejercer el derecho de crítica y oposición, indispensable para toda Democracia, inexistente en Barcelona, sino contrarrestar la línea editorial de los propios o subvencionados teles y periódicos locales, descaradamente franquistas, perdón, “socialistas”.

Si es lógico que bancos y grandes empresas copen en favor de su marca los más posibles espacios (pagan de su bolsillo), es agobiante y presumo ilegal la masiva presencia “paraoficial” del Régimen Barcelonés en Internet.

Cliquen sobre la nueva Diagonal hasta el FÓRUM, o el pastiche PLAZA LESSEPS, 7 años de tortura a los vecinos (clicar PLAZA LESSEPS), y llegarán a la conclusión que han creado una SUPER BARCELONA a la altura y orgullo de la hermosa NOUCENTISTA Y MODERNISTA de Cerdá y Gaudí... cuando esos nuevos kilómetros de ciudad no son más que una enorme BURBUJA INMOBILIARIA, repito, sin personalidad (plagio de las “nuevas ciudades” del ancho mundo, y a menudo "barato" como el Edificio Vela comparado con su inspirador de Dubai), ni vecinos, ni compradores "lógicos", o sea, del crecimiento vegetativo del resto de la ciudad... ni...ni... que además necesita al igual que cualquier GRAN ESTAFA una legión de propagandistas, la “labia” del buen estafador, y donde se acumula tanta CORRUPCIÓN y saqueo a Bancos y Caixas, endosados con “titulaciones” a ENTIDADES EUROPEAS, que parodiando a FERNANDO VI, cuando le presentaron las cuentas del Castillo de San Fernando de Figueras, desde Europa del Norte saliendo al balcón otearán hacia el Sur por si a simple vista ven esos faraónicos edificios barceloneses.

Deberemos esperar treinta años de fallecidos los DICTADORES actuales, para conocer de esas operaciones de compras y ventas de terrenos, de pisos entre "fondos de inversión inmobiliaria" y “sociedades instrumentales”, de ventas ninja a insolventes extranjeros, de alquileres a turistas... de 22@BARCELONA...PRO-FOCIVESA... de MOBBING INMOBILIARIO… ya olvidada MACOSA, inicio de DIAGONAL MAR con el Juez Luis Pascual Estevill extorsionando...y que con suerte se oirá en el juicio que se inicia este día 15 de septiembre (pasados 20 años) que dicen durará siete meses, por la corrupción en la DELEGACIÓN DE HACIENDA DE BARCELONA.

MIGUEL ANGEL DÍAZ DE QUIJANO SANCHEZ dijo...

Fernando y creo que cobramos 5000pesetas por toda la noche y encima luego no querían pagarnos , osea po 30 euros miserables , tuvimos que ir a acojonar a los que no nos querian pagar y parece ser que funcionó,yto estuve pegando carteles con la yuju casi nada y también con el Jaume en la moto....