lunes, 3 de marzo de 2008

Textos Libres. Mar (2)

Mar envía otro texto. Creo que es evidente el papel que jugó la música en la vida de los que éramos jóvenes durante los años de la Transición. Entre otras cosas, Mar habla de sus gustos musicales, que no coinciden con los de todos los colaboradores que han ido escribiendo aquí, pero que confirman ese protagonismo de lo musical. Ya dijimos que quien quiera puede contar sus experiencias durante la Transición y publicarlas en este blog. Basta con enviar el escrito a: cgalianoroyo@gmail.com.


Después de leer a JADQS, me han entrado ganas de explicar cómo viví yo ese mismo ambiente musical que está explicando él.

No sé por dónde empezar.

Bueno, sí, creo que empezaré explicando que la naturaleza me ha tocado con la varita dotándome de algo que los entendidos llaman «oído absoluto». Gracias a ese don, he vivido y he «sufrido» la música siempre de manera intensa, y aquellos tiempos, para mí, fueron muy controvertidos.

Lo que explica JADQS lo viví en primera persona. Cuando tenía 15 años, o sea en el 74, empecé a tocar la guitarra. Mis tres hermanos y yo aprendimos prácticamente a la vez. Mi madre (música extraordinaria donde las haya) nos enseñó un par de acordes y lo demás lo pusimos nosotros con talento natural y entrega. Tocábamos guitarras españolas e improvisábamos blues y demás «aires». Mi hermano Jorge se encargaba del bajo, Pepe de los solos, melodías y adornos, y yo hacía la parte rítmica. Fernando, aunque también tocaba la guitarra, lo que más hacía era cantar, y ¡cómo cantaba! Yo me pasaba el día traduciendo en acordes las canciones que nos gustaban y que luego tocábamos todos. Pepe era el creativo; componía.

Con Carlos Segarra, el cantante de «los Rebeldes», también compartimos buenos momentos musicales. Iba a la misma clase que Pepe y nos quedábamos atontados escuchándole versionar rock and roll.

Por aquellas fechas conocí a unos chicos de mi edad que habían formado un grupo. Se llamaban «Red sun», ensayaban en el Ayuntamiento de Las Corts y amenizaban las fiestas del barrio. David Biosca, el batería, es el único que se dedicó profesionalmente y que aún hoy lo sigue haciendo. Era un apasionado del heavy metal. Yo siempre estaba con ellos. Ayudaba al bajista y al solista a afinar los instrumentos porque tenían alguna pequeña dificultad para hacerlo ellos y mi fino oído no podía soportar la desafinación. También me pedían que les ayudara a encontrar acordes de canciones que querían versionar. Esa fue mi pequeña contribución al grupo. Siempre acompañaba al manager a buscar bolos. Cuando no había ensayo íbamos a casa de alguien a escuchar música. ¡Había tanta música buena por escuchar en aquella época! En esos tiempos, conocí muchos grupos y recorrí muchos locales de ensayo.

Después Pepe formó, junto con todos los músicos que se han mencionado en el
blog, «El hombre de Pekín», y yo estaba cerca, pero aparte.

Siempre he pensado que, dada mi condición y pasión para y por la música, debería haber participado activamente en alguno de los grupos con los que me relacioné, pero hubo dos circunstancias que creo que hicieron imposible que eso ocurriera.

La primera, el hecho de ser mujer. Aunque había algunas mujeres en algún grupo, no era lo habitual, y si las había, su misión era cantar y yo no tenía suficiente voz ni agallas. Ese era un mundo mayoritariamente de hombres. Nunca nadie me propuso que tocara con ellos. Aprovecho para decir que siempre me ha maravillado esa capacidad que tenéis los hombres para reuniros en torno a una afición común y os admiro por ello. Creo que casi todos los «tíos» que conozco juegan al menos una vez a la semana a fútbol con el equipo del bar o de la «Uni» o de antiguos no sé qué.

La segunda circunstancia que hizo que no participase activamente en ningún grupo musical, fue que nunca estaba en «la onda» porque era la única que no me «colocaba». Ambiente musical era igual a droga o alcohol y al final, ya harta de ver
como todo el mundo se autodestruía, acabé alejándome de ese ambiente y, de la misma manera, de la música. Mi querida música.

Por cierto, no sé si hace falta colocarse para hacer buena música; tendríais que ver qué canciones compone ahora Pepe sin necesidad de «tomarse nada».

Pero en aquella época, la gente no se daba cuenta de que se estaba autodestruyendo. Yo siempre asocié alcohol y droga a destrucción y decadencia, nunca a vida y crecimiento y, a mí me gustaba lo «vivo». Era una mocosa adolescente y ya lo veía así. La parte buena del asunto es que conocí a mucha gente que valía la pena y que ahora tengo la suerte de sentir cerca.

¡Qué buena era la música española de los 80! Mis favoritos eran Nacha Pop, Radio Futura, Los secretos y Canovas Rodrigo Adolfo y Guzmán, aunque estos últimos eran más bien de los 70.

Pero sobre todo la música de los 70. Aquello sí que fue una explosión de creatividad. El rock sinfónico me encantaba: King Crimson, Jethro Tull, Magna Carta, Genesis, Allan Parsons Proyect, Pink Floid, Emerson Lake and Palmer, Camel... Y tantos interprétes buenos de folk y country como América o James Taylor. O de Rock duro , DeepPurple, Led Zepelin... En fin, esto solo es una muestra. Me dejo mucha gente buenísima. La música internacional de los 80 tampoco estuvo mal: Police, Electric Light Orchrestra...

Hoy en día toda la música suena igual. Me pregunto si es que ya no se colocan los músicos.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Si César, je je, tienes razón en que mi gusto no coincide seguramente con el de la gente que ha estado escribiendo textos en este blog. Es posible que sea porque yo siempre me he fijado más en las músicas que en las letras o en lo que socialmente quisiese transmitir un grupo. No es que eso no me importase pero lo que siempre me ha "privado" ha sido la música en sí; su esencia.

Anónimo dijo...

hola mar,
¿que tal?
Todos los que citas son grandes de la música.
Para mí también.
y muchos clásicos.
y ahora hasta flipo con la ópera!
estuve asistiendo en directo en Roma a un espectáculo de tenores, barítonos, sopranos y todo eso (que no sé exactamente en qué se diferencian)... espectacular!
si son buenos, todas las músicas caben en un buen oído.
respecto al oído, coincido con tus opiniones.
nunca estudié solfeo (bueno, sí ..., hice un año cuando debía tener 7 u 8 años), y todo lo que hice (poco) en música, era autodidacta (observar, escuchar y mucho trabajo).
al final, antes de EL HOMBRE DE PEKIN, estudié en el taller de musics bajo eléctrico 2 años (sin teoría).
ME gustaría escuchar lo que ahora compone PEPE, OH PEPE!
¿Alguien puede darme sus datos de contacto, porfa?!!
Saludos,
Er Jose

Anónimo dijo...

Sí claro que sí, Jose. Yo hablo con Pepe y te los paso. Va muy liado; casi no tengo tiempo de hablar con él pero me encargo personalmente de poneros en contacto. Si me das tu dirección de correo será más fácil.
La mía es marsarto@inicia.es.

Estoy totalmente de acuerdo contigo; a mí también me gusta cualquier estilo de música, si es buena.
La ópera es un mundo fascinante. Pero es como todo, si lo entiendes, lo disfrutas mucho más. Ahora está de moda cantar arias delante de un piano o acompañado de una orquesta pero sin el adorno de la representación teatral que la ópera conlleva. Yo prefiero ver esta última completa porque es donde mejor se aprecia la calidad "dramática" del cantante.
Qué envidia sana me has dado con lo de Roma!

Creo que el taller de musics estaba muy bien. Debiste de aprender un montón pero, si empezaste de manera autodidacta, seguro que es porque tienes buen oído.

Yo casi nunca toco la guitarra ya, aunque un par de veces al año o así, le saco el polvo y la aporreo un poco para desesperación de mis vecinos, je je.

Anónimo dijo...

Por cierto Jose, el bajo es un instrumento al que no se le ha concedido la importancia que merece (fuera del free jazz, claro).
No tiene la dificultad del virtuosismo o la variedad de una instrumento solista, pero es fundamental para dar color a una armonía o ayudar con el ritmo a la percusión. Y además, hay que tener un oído "completo" para poderlo tocar. Conocí, por la época de la que estamos hablando, buenos solistas de guitarra, que solo tenían oído "melódico" pero no "ritmico" ni "armónico". Eran protagonistas absolutos; la gente se entusiasmaba con ellos, pero nunca hubieran podido tocar bien un bajo porque tenían un oído "incompleto".
Hay una canción que refleja muy bien lo que estoy diciendo de la importancia del bajo; se llama "Woman tonight" del grupo "America". Es una canción muy antigua y nada conocida pero ¡Tiene un bajo que te muereeeees! y un ritmo sincopado que... buah!
Esa canción, por ejemplo, sin el bajo, no sería nada.

Anónimo dijo...

Uno, dos, uno, dos... Probando

Anónimo dijo...

Hola. Pues yo quiero decir que lo de Jose era especial (y espero que siga siéndolo) Me refiero a que era un metrónomo humano. No le oí perderse jamás. Eso es un don. Pero es que, además, el tío conseguía que sus bajos transmisiesen alegría, sanota. Daban ganas de bailar con tres notas que enlazase. Un abrazo Jose.
Por cierto Mar, no sabía que te gustase Nacha Pop. Jo, lo que depara la vida.

Anónimo dijo...

Gracias Fernando,
La admiración es recíproca!
tu lo sabes!
Er Jose

Anónimo dijo...

Buenos, Mar
No te conozco pero yo también enloquecí con los sinfonicos: E,L & P, KING CRIMSON, YES, GENESIS, PINK FLOYD, GONG, VANDERGRAFF GENERATOR...Y ello me acercó años atrás (hay bastantes similitudes, ni que pueda no parecerlo) a la música New Age, que centro mi trabajo radiofonico durante casi 10 años. El Punk se lo cargó en cierto modo porque la musica había dejado de evolucionar.
Ta pronto

LLuis

Anónimo dijo...

Lluis,
Fuiste tú quien me inspiró para escribir este texto libre. Leyendo el tuyo me entraron muchos recuerdos.
No sabía a quién te referías al hablar de CSN y Y y ahora he caído: Crosby, Still, Nash & Young.

Qué buena la música new age tambíen; creo que está en Barcelona mike oldfield presentando su nuevo disco. Dice que quiere volver a la música más sinfónica y está probando a ver si tiene aceptación. Me parece que hay bastante de guitarra clásica sola y bueno, no sé, solo lo he oído un poco pero pinta bien.
A mí también me gustaba mucho este tipo de música, Jon & Vangelis, Tangerine Dream, Robert Fripp...
Ah, que buenos momentos nos han hecho pasar!
Me pregunto si conociste a Barclay, James Harvest? Tenían algún disco un poco en la onda. Aunque tiraban un poco más a pop/rock sinfónico.

MIGUEL ANGEL DÍAZ DE QUIJANO SANCHEZ dijo...

No se si leereis este comentario pero me gustaría que alguien recordara el " OYE NENA" de Fernando, esa canción marco una época, lástima que solo recuerdo alguna estrofa...
mike

Anónimo dijo...

Mike,
Había alguna estrofa que decia algo así como:

oye nena, mírame
has creído que puedes vencer
si lo piensas, no se qué
yo soy un hombre y tu uná mujer nada más.

y el estribillo:

algún día lo verás
y llorando pedirás
hay algo que yo pueda hacer
mira, yo soy un hombre y tu una mujer
nada más
nada más
nada más

y se perdía........

Era muy buena!
Una especie de blues/rock

Dice Fernando que te la pasa, ¿no?
Pues eso.