jueves, 28 de febrero de 2008

Textos Libres. JADQS (2)


Después de fundar el grupo PASTEL, JADQS formó parte del mítico EL HOMBRE DE PEKÍN. Nos ofrece una crónica agridulce, como lo fue casi todo durante aquellos años. Ya dijimos que quien quiera puede contar sus experiencias durante la Transición y publicarlas en este blog. Basta con enviar el escrito a: cgalianoroyo@gmail.com.



Quería seguir contándoos cómo vivimos entonces aquello de la música. Cuando volví de la mili (sí, ¡entonces era obligatorio tirar a la basura 14 meses de nuestras vidas de la forma más inútil!), aquella aventura musical de PASTEL había muerto. Catorce meses alejado del entorno eran muchos meses. O sea que busqué otras posibilidades de seguir con lo que entonces era mi pasión y la de muchos de los jóvenes de inicios de los 80.

En Barcelona, en Las Corts, muchos chavales teníamos inquietudes musicales y se generaron grupos por todos lados que ensayaban en locales de todo tipo (¡el tema del local de ensayo daría para un libro entero!). Tuve la suerte de codearme con Fernando (¡sí, el que comenta en el blog!). Éramos buenos amiguetes. Fernando cantaba que lo flipas. Ya tocamos juntos durante la aventura de PASTEL. Pero además, Fernando tenía un hermano... Pepe Sarto. ¡Un artista! ¡Un fenómeno de la música! Si hubiera sido yanqui o inglés lo compararían con cualquier supercrack. Un auténtico fuera de serie.

En 1983 tuve la oportunidad de coincidir en varias ocasiones con Pepe, ¡y le tiré los tejos!:

—Pepe, tenemos que formar un grupo, tío.

Al final conseguí participar en aquella genial experiencia que se llamó EL HOMBRE DE PEKÍN. Aún conservo algún casete con sus primeras composiciones. Genial. Poco a poco el grupo fue ampliándose y al final éramos casi una docena: Pepe, Panotxa (666), yo, Boris, Carlos Galiano, Fernando, Carlos Tosas, Jordi Dum, Marchetas, El Jefe… Y colaboraciones varias: Mónica (saxo de TACONES), el guitarra de DISTRITO V (en «Vidi va de caza»), etc., etc.

Durante los años que duró la aventura, mientras pudimos dedicarnos a nuestra pasión, lo único importante era juntarnos, ensayar y tocar. La música era la forma en la que desarrollábamos nuestras ansias de crear, de protestar, de comunicar. Desgraciadamente, en aquel momento no dimos con un buen padrino y las «circunstancias» llevaron a pensar cada vez menos en la creatividad y la musicalidad, lo que acabó por desmembrar el grupo. Lamentablemente, no todo era tan bueno en ese mundillo. No éramos realmente conscientes de los peligros de según que sustancias que, especialmente en el entorno musical, circulaban por todos lados. Dos componentes del grupo nos dejaron demasiado pronto. Muchos de nuestros amigos, hermanos y conocidos no están hoy aquí para contároslo. Y si pueden contarlo, muchos de ellos están o han estado realmente jodidos. Quien no tenía problemas de toxicomanía, los
tenía con el alcohol. ¡Un cuadro!

Pero mientras duró, fue una experiencia inolvidable y llena de satisfacciones. Es muy difícil describir, cuando la música es una pasión, lo que se siente al tocar en salas como Studio 54, Zeleste, Metro, Bikini, Hilarios, y en lugares como la Plaza del Sol (concierto memorable), y tantos otros sitios, ciudades, y pueblos (memorable viaje a Madrid en la Peugeot J5).

La música era algo realmente importante. Y los que pudimos dedicarnos a ello lo disfrutamos mientras duró.

Gracias Pepe.

Y gracias a todos los que participaron en aquella maravillosa aventura.

3 comentarios:

MIGUEL ANGEL DÍAZ DE QUIJANO SANCHEZ dijo...

Muy bien explicado hermano!
Un beso.
mike

Anónimo dijo...

A mí lo que me encanta es la foto. Estais geniales!

Anónimo dijo...

Gracias Jose. JO lo del viaje a madrid, ya no me acordaba del viaje en la j5 a madrid. pero bueno, lo de londres tampoco estubo mal, o lo turín. Voy a ver si me animo a recordar cosas. y os cuento.